El vesting es esta astuta trampa jurídica que me obliga como trabajador a esperar durante años lo prometido. La esencia es simple: no recibes tus acciones o monedas de inmediato, sino que solo en partes, distribuidas a lo largo de los años. ¡Manipulación pura, creada para atar a las personas a un mismo lugar!
He experimentado este sistema en carne propia. Mi empleador me prometió una participación en la empresa, pero con un periodo de adquisición de cuatro años. El primer año — nada, luego el 25% por año. ¿Y qué? Tres años trabajé como un burro para esos chicos, temiendo perder lo prometido!
¿De dónde salió esto en absoluto?
Todo comenzó con los planes de pensiones: ¡otra forma de retener a los empleados! ¡No te vayas, porque perderás tu pensión! Poco a poco, esta idea fue adoptada por startups y empresas tecnológicas. Los inversores de capital riesgo son especialmente cínicos en este sentido, ¡exigen un periodo de adquisición para los fundadores! Es decir, una persona creó una empresa, y luego debe "ganarse" el derecho a poseerla durante años.
¿Cómo funciona en la práctica?
Un esquema típico es cuatro años con un "cliff" anual. ¡Esto significa que el primer año trabajas sin garantías en absoluto! Si te despides después de 11 meses, no recibirás nada. Trabajaste un año, recibes el 25%, y luego migajas mensuales. ¡Esto no es motivación, es una especie de esclavitud!
En el mercado hay muchos ejemplos de personas que permanecieron en colectivos tóxicos solo por opciones no adquiridas. Y a las empresas les beneficia esto: la rotación es menor.
El mundo cripto también ha contraído este contagio
En los proyectos criptográficos, el vesting ha adquirido una importancia especial. Los desarrolladores bloquean monedas para sí mismos durante años, supuestamente para "desarrollo a largo plazo". Pero en realidad, es para que los inversores no se pongan nerviosos. En los mercados de intercambio, a menudo se organizan verdaderos espectáculos en torno al vesting de las monedas del equipo: "¡mira, no podremos vender todo de inmediato y hacer caer el precio!"
De hecho, a veces nadie ni siquiera piensa en los plazos. Un proyecto puede tener un cronograma de 5-7 años, pero la moneda ya no es necesaria para nadie después de uno o dos años. ¿Y cuánto valen entonces esos fragmentos vesting? Correcto — ¡nada!
¿Conclusión?
El vesting no es una preocupación por el desarrollo a largo plazo, sino simplemente una herramienta de control. A las corporaciones y a los inversores les encanta, mientras que nosotros, los trabajadores y fundadores comunes, tenemos que conformarnos con esta jaula dorada. Si quieres obtener lo tuyo, siéntate y espera a que te den, gota a gota, lo que ya has merecido.
Y mientras esperas, el precio de las acciones o monedas puede moverse en cualquier dirección. Así que al final, puedes esperar años para obtener... casi nada. ¿Juego limpio? No lo creo.
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Vesting: el juego de "espera y recibe" de los jefes e inversores
El vesting es esta astuta trampa jurídica que me obliga como trabajador a esperar durante años lo prometido. La esencia es simple: no recibes tus acciones o monedas de inmediato, sino que solo en partes, distribuidas a lo largo de los años. ¡Manipulación pura, creada para atar a las personas a un mismo lugar!
He experimentado este sistema en carne propia. Mi empleador me prometió una participación en la empresa, pero con un periodo de adquisición de cuatro años. El primer año — nada, luego el 25% por año. ¿Y qué? Tres años trabajé como un burro para esos chicos, temiendo perder lo prometido!
¿De dónde salió esto en absoluto?
Todo comenzó con los planes de pensiones: ¡otra forma de retener a los empleados! ¡No te vayas, porque perderás tu pensión! Poco a poco, esta idea fue adoptada por startups y empresas tecnológicas. Los inversores de capital riesgo son especialmente cínicos en este sentido, ¡exigen un periodo de adquisición para los fundadores! Es decir, una persona creó una empresa, y luego debe "ganarse" el derecho a poseerla durante años.
¿Cómo funciona en la práctica?
Un esquema típico es cuatro años con un "cliff" anual. ¡Esto significa que el primer año trabajas sin garantías en absoluto! Si te despides después de 11 meses, no recibirás nada. Trabajaste un año, recibes el 25%, y luego migajas mensuales. ¡Esto no es motivación, es una especie de esclavitud!
En el mercado hay muchos ejemplos de personas que permanecieron en colectivos tóxicos solo por opciones no adquiridas. Y a las empresas les beneficia esto: la rotación es menor.
El mundo cripto también ha contraído este contagio
En los proyectos criptográficos, el vesting ha adquirido una importancia especial. Los desarrolladores bloquean monedas para sí mismos durante años, supuestamente para "desarrollo a largo plazo". Pero en realidad, es para que los inversores no se pongan nerviosos. En los mercados de intercambio, a menudo se organizan verdaderos espectáculos en torno al vesting de las monedas del equipo: "¡mira, no podremos vender todo de inmediato y hacer caer el precio!"
De hecho, a veces nadie ni siquiera piensa en los plazos. Un proyecto puede tener un cronograma de 5-7 años, pero la moneda ya no es necesaria para nadie después de uno o dos años. ¿Y cuánto valen entonces esos fragmentos vesting? Correcto — ¡nada!
¿Conclusión?
El vesting no es una preocupación por el desarrollo a largo plazo, sino simplemente una herramienta de control. A las corporaciones y a los inversores les encanta, mientras que nosotros, los trabajadores y fundadores comunes, tenemos que conformarnos con esta jaula dorada. Si quieres obtener lo tuyo, siéntate y espera a que te den, gota a gota, lo que ya has merecido.
Y mientras esperas, el precio de las acciones o monedas puede moverse en cualquier dirección. Así que al final, puedes esperar años para obtener... casi nada. ¿Juego limpio? No lo creo.