"La 'caridad' de Elon Musk: acumulación de fondos en lugar de ayuda real"

La temporada festiva se acerca, pero parece que el director ejecutivo de SpaceX y Tesla, Elon Musk, continúa manteniendo una política de austeridad en relación con la caridad.

Según una investigación de The New York Times, la fundación benéfica del multimillonario Musk Foundation no pudo cumplir el año pasado con los requisitos mínimos de donaciones establecidos por el Servicio de Impuestos Internos de EE. UU. El déficit ascendió a una impresionante suma de 421 millones de dólares.

Esto continúa una alarmante tendencia en la gestión de su supuesta filantropía. A pesar de las rimbombantes declaraciones sobre donaciones de miles de millones de dólares para combatir el hambre mundial, de hecho, gran parte de los fondos se destinaron a sus propias estructuras benéficas, lo que plantea dudas sobre los verdaderos motivos.

The New York Times señala que si Musk no dona la cantidad faltante antes de finales de 2024, tendrá que pagar una «multa significativa» al Servicio de Impuestos Internos de EE.UU. (Internal Revenue Service).

Déficit financiero creciente

Aunque el fondo benéfico de Musk ahora tiene activos por aproximadamente 9 mil millones de dólares, su déficit financiero está creciendo a un ritmo amenazante. En 2021, el déficit era de 41 millones de dólares, en 2022 aumentó a 234 millones de dólares, y en el año actual ya se acerca a los 500 millones de dólares.

Hasta el momento, Musk ha compensado estas deficiencias con la demora en los pagos, pero con dificultades visibles. El profesor de contabilidad de la Universidad Estatal de Ohio, Brian Mittendorf, declaró al New York Times: "La distribución de los fondos del fondo ha alcanzado el nivel mínimo necesario para evitar sanciones. Es obvio que la organización no busca gastar activamente sus fondos."

Problemas de transparencia

La publicación subraya que, aunque otros fondos benéficos también subpagan millones de dólares en comparación con los requisitos mínimos del servicio de impuestos, el fondo de Musk se destaca incluso en este contexto por la magnitud de la deficiencia y la velocidad de su crecimiento.

Durante la investigación, The New York Times descubrió otros aspectos problemáticos. La organización nunca ha contratado empleados permanentes, y en los últimos tres años, sus tres directores, incluido Musk, han dedicado al fondo solo alrededor de dos horas a la semana.

Dirección de fondos

Cuando se trata de donaciones reales, generalmente se dirigen a organizaciones que tienen estrechos vínculos con el propio Musk. En 2023, él donó 137 millones de dólares a una organización sin fines de lucro llamada The Foundation, que es administrada por varios de sus socios cercanos. Esta organización supervisa una escuela privada en Texas, ubicada cerca de varias empresas de Musk, donde planea construir una gran instalación para sus empleados.

El contraste entre palabras y hechos

Las personas ultraricas han estado utilizando generosos incentivos fiscales desde hace tiempo para convertir las organizaciones benéficas en un medio para evadir impuestos. Esto no es una novedad.

Sin embargo, la gestión manipulativa de la caridad de Musk parece especialmente hipócrita en el contexto de sus constantes llamados a un control más estricto sobre el uso de fondos públicos. Él promueve activamente la idea de reducir el gasto federal en trillones de dólares a través de la creación de un llamado departamento de eficiencia gubernamental (Department of Government Efficiency), que se planea establecer dentro del próximo gobierno de Trump.

No es sorprendente que uno de los objetivos principales de Elon Musk sea el Servicio de Impuestos Internos de EE. UU. Recientemente propuso "eliminar" algunas agencias federales y sigue insistiendo en la reducción de otros departamentos. Incluso antes de su movimiento hacia la política y su giro público hacia la derecha, Musk se quejaba abiertamente de los inspectores de impuestos y difundía información controvertida sobre el servicio de impuestos.

Para una persona que se preocupa tanto por los gastos públicos y la eficiencia, Musk demuestra una sorprendente ingeniosidad en cómo administra sus propios fondos benéficos.