He descubierto la nueva batería nuclear china y debo admitir que estoy tanto fascinado como preocupado. Esta famosa BV100 de Betavolt, minúscula como una moneda, promete 50 años de energía sin recarga. Francamente, ¡es aterrador cuando lo piensas!
Me he informado sobre esta tecnología: utilizan la desintegración del níquel-63 radiactivo con semiconductores de diamante para producir electricidad. Pero en serio, ¿quién va a supervisar estos mini-reactores durante medio siglo? Nos lo venden como un avance increíble, pero yo veo sobre todo una carrera tecnológica desenfrenada por dominar el mercado mundial de la energía.
Los chinos nos presentan su juguete de 15×15×5mm como la solución milagrosa, pero nadie habla de los riesgos a largo plazo. Es típico: nos imponen estas "innovaciones revolucionarias" sin un debate público sobre sus peligros potenciales. Y, por supuesto, ¡ninguna mención de los desechos nucleares o los problemas de seguridad!
Esta batería no es solo una hazaña técnica, es una herramienta de poder geopolítico. Imagina dispositivos que funcionen durante 50 años sin recarga... ¿quién controlará esta tecnología? ¡No nosotros, desde luego!
Puede que esté paranoico, pero detrás de estos anuncios triunfantes se esconde una realidad menos brillante. ¿Una batería nuclear del tamaño de una moneda? Prefiero esperar a ver las consecuencias antes de aplaudir.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
He descubierto la nueva batería nuclear china y debo admitir que estoy tanto fascinado como preocupado. Esta famosa BV100 de Betavolt, minúscula como una moneda, promete 50 años de energía sin recarga. Francamente, ¡es aterrador cuando lo piensas!
Me he informado sobre esta tecnología: utilizan la desintegración del níquel-63 radiactivo con semiconductores de diamante para producir electricidad. Pero en serio, ¿quién va a supervisar estos mini-reactores durante medio siglo? Nos lo venden como un avance increíble, pero yo veo sobre todo una carrera tecnológica desenfrenada por dominar el mercado mundial de la energía.
Los chinos nos presentan su juguete de 15×15×5mm como la solución milagrosa, pero nadie habla de los riesgos a largo plazo. Es típico: nos imponen estas "innovaciones revolucionarias" sin un debate público sobre sus peligros potenciales. Y, por supuesto, ¡ninguna mención de los desechos nucleares o los problemas de seguridad!
Esta batería no es solo una hazaña técnica, es una herramienta de poder geopolítico. Imagina dispositivos que funcionen durante 50 años sin recarga... ¿quién controlará esta tecnología? ¡No nosotros, desde luego!
Puede que esté paranoico, pero detrás de estos anuncios triunfantes se esconde una realidad menos brillante. ¿Una batería nuclear del tamaño de una moneda? Prefiero esperar a ver las consecuencias antes de aplaudir.