P2P o «igual a igual» — ¡este concepto siempre me ha fascinado por su radicalidad! ¡Imaginen solo: un sistema donde cada uno de nosotros puede intercambiarse directamente con otros sin esos eternamente codiciosos comisionistas, que solo se dedican a sacar comisiones!
Yo mismo he estado utilizando plataformas P2P durante años, y seré honesto: después de ellas, los sistemas centralizados parecen simplemente un vestigio del pasado. Cuando realicé mi primer intercambio P2P de criptomonedas, simplemente me sorprendí: ¡sin verificaciones innecesarias, retrasos ni comisiones absurdas!
La historia de P2P comenzó con Napster en los años 90, cuando todos descargábamos música directamente entre nosotros. ¿Quién podría haber pensado en ese entonces que esta tecnología cambiaría el mundo financiero? Ahora, estos dinosaurios centralizados del sistema bancario tiemblan de miedo al ver el crecimiento de los préstamos y pagos P2P.
Es cierto, nuestras autoridades no pueden tranquilizarse de ninguna manera: constantemente intentan controlar y regular lo que por definición debe ser libre de control. A veces, esto simplemente me enfurece: entienden que están perdiendo el control sobre los flujos financieros, por eso intentan sofocar la innovación.
En el mundo moderno, las tecnologías P2P se han convertido en la base del blockchain y DeFi. Ya no estamos atados a una sola plataforma: podemos comerciar, invertir y transferir fondos libremente en diferentes plataformas. ¡Esta es la verdadera libertad financiera!
Por cierto, si aún no estás comerciando en P2P, te estás perdiendo de mucho. Personalmente, comencé con poco, pero rápidamente entendí las ventajas. No necesitas depender de algún comisionista o plataforma que pueda bloquear repentinamente tu dinero o quebrar. ¡En P2P eres tu propio jefe!
Y saben, a veces incluso pienso: ¿no se convertirá el modelo P2P en el principal para todas las interacciones financieras en el futuro? Es demasiado eficiente y justo para quedarse como una solución de nicho.
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P2P o «igual a igual» — ¡este concepto siempre me ha fascinado por su radicalidad! ¡Imaginen solo: un sistema donde cada uno de nosotros puede intercambiarse directamente con otros sin esos eternamente codiciosos comisionistas, que solo se dedican a sacar comisiones!
Yo mismo he estado utilizando plataformas P2P durante años, y seré honesto: después de ellas, los sistemas centralizados parecen simplemente un vestigio del pasado. Cuando realicé mi primer intercambio P2P de criptomonedas, simplemente me sorprendí: ¡sin verificaciones innecesarias, retrasos ni comisiones absurdas!
La historia de P2P comenzó con Napster en los años 90, cuando todos descargábamos música directamente entre nosotros. ¿Quién podría haber pensado en ese entonces que esta tecnología cambiaría el mundo financiero? Ahora, estos dinosaurios centralizados del sistema bancario tiemblan de miedo al ver el crecimiento de los préstamos y pagos P2P.
Es cierto, nuestras autoridades no pueden tranquilizarse de ninguna manera: constantemente intentan controlar y regular lo que por definición debe ser libre de control. A veces, esto simplemente me enfurece: entienden que están perdiendo el control sobre los flujos financieros, por eso intentan sofocar la innovación.
En el mundo moderno, las tecnologías P2P se han convertido en la base del blockchain y DeFi. Ya no estamos atados a una sola plataforma: podemos comerciar, invertir y transferir fondos libremente en diferentes plataformas. ¡Esta es la verdadera libertad financiera!
Por cierto, si aún no estás comerciando en P2P, te estás perdiendo de mucho. Personalmente, comencé con poco, pero rápidamente entendí las ventajas. No necesitas depender de algún comisionista o plataforma que pueda bloquear repentinamente tu dinero o quebrar. ¡En P2P eres tu propio jefe!
Y saben, a veces incluso pienso: ¿no se convertirá el modelo P2P en el principal para todas las interacciones financieras en el futuro? Es demasiado eficiente y justo para quedarse como una solución de nicho.