En una iniciativa histórica, los países BRICS – Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica – lanzan BRICS Pay y desarrollan una moneda digital común, con la clara ambición de reducir la dependencia del dólar estadounidense en los intercambios internacionales. Esta evolución estratégica, presentada en el último Foro Empresarial, marca un posible punto de inflexión en la arquitectura financiera mundial, con el objetivo de disminuir la dependencia del sistema SWIFT y facilitar los intercambios directos entre las economías miembros.
BRICS Pay: Una infraestructura de pago de próxima generación
BRICS Pay representa mucho más que un simple sistema de pago. Esta plataforma innovadora, desarrollada en tecnología blockchain, ofrece una infraestructura completa para las transacciones sin efectivo, diseñada para optimizar los intercambios comerciales y fortalecer la soberanía financiera de los países miembros. La arquitectura blockchain subyacente garantiza no solo la seguridad y la transparencia de cada transacción, sino que también permite la interoperabilidad entre las diversas monedas nacionales, facilitando así pagos transfronterizos directos y eficientes.
El sistema integra tecnologías de pago modernas como los códigos QR y asegura la compatibilidad con las redes internacionales como Visa, Mastercard y WeChat Pay. Este enfoque inclusivo permite adaptar la experiencia del usuario a las especificidades económicas y tecnológicas de cada país miembro, manteniendo al mismo tiempo una infraestructura común.
Hacia un equilibrio financiero mundial más equitativo
BRICS Pay se inscribe en una visión más amplia destinada a reequilibrar las relaciones económicas internacionales. Como explica Diego Gutiérrez Zaldívar, pionero en el ámbito de la blockchain: « Estamos asistiendo a una competencia de poder entre Estados-nación, criptomonedas y empresas ». Esta nueva infraestructura no tiene como objetivo reemplazar las monedas nacionales existentes, sino más bien crear una red de transacciones independiente de las presiones externas, un enfoque innovador capaz de transformar las dinámicas financieras globales.
Los datos actuales muestran que el dólar representa aún alrededor del 58 al 60% de las reservas mundiales, pero las iniciativas de los BRICS podrían diversificar gradualmente esta concentración. El comercio intra-BRICS, cuando se realiza en monedas locales, ya contribuye a esta tendencia de diversificación gradual.
Unite: La moneda digital de los BRICS en desarrollo
La introducción de una moneda digital común, provisionalmente llamada Unite y respaldada por activos tangibles como el oro, representa una alternativa potencial al dólar estadounidense en ciertos contextos de intercambio. Las motivaciones de los miembros de BRICS son múltiples: reducción de la exposición a sanciones internacionales, mitigación de la volatilidad relacionada con el dólar y fortalecimiento de la autonomía financiera del bloque.
Según los documentos oficiales de las recientes cumbres de los BRICS, las discusiones sobre esta moneda común se han intensificado desde 2024, pero aún no se ha finalizado su implementación final. La cumbre de 2025 reafirmó el interés de los miembros en el proyecto, y Indonesia se unió al grupo como miembro de pleno derecho ese mismo año.
Implicaciones para el ecosistema de activos digitales
Para los participantes del mercado de criptomonedas y los usuarios de las principales plataformas de intercambio, la aparición de una moneda digital BRICS representa una evolución significativa del panorama financiero mundial. Al ofrecer una infraestructura resistente a las presiones geopolíticas, BRICS Pay podría ampliar la adopción de tecnologías financieras descentralizadas y atraer nuevos actores a la economía digital.
Los sectores de la energía y la agricultura podrían verse particularmente impactados. Empresas como Rosneft y Petrobras se beneficiarían de un volumen creciente de intercambios energéticos liquidados en monedas locales, reduciendo su exposición a la volatilidad del dólar y a las sanciones estadounidenses. Los gigantes agrícolas que operan en Brasil también podrían aprovechar los intercambios comerciales en divisas locales con importadores importantes como China.
Además, las empresas de consultoría informática y los desarrolladores de blockchain como Tata Consultancy Services e Infosys podrían obtener importantes contratos para ayudar a las naciones BRICS a construir y mantener estas nuevas infraestructuras financieras, apoyando sistemas como BRICS Pay.
Un nuevo orden financiero multipolar en formación
Esta evolución estratégica redefine progresivamente el papel de las monedas locales y de las tecnologías financieras descentralizadas en un contexto global en transformación. Los países BRICS buscan construir un sistema financiero más inclusivo, diversificado y equitativo, adaptado a los desafíos del siglo XXI.
A corto plazo, es poco probable que estas iniciativas destronen completamente al dólar, pero podrían acelerar la transición hacia un sistema financiero internacional multipolar, donde coexistirían varias monedas importantes, incluyendo el dólar estadounidense, el renminbi chino, el euro y potencialmente una moneda común BRICS. Esta diversificación de los instrumentos financieros podría contribuir a una mayor estabilidad del sistema económico mundial, al tiempo que abre nuevas perspectivas para los activos digitales y las tecnologías financieras emergentes.
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BRICS Pay y Unite: Una nueva arquitectura financiera que desafía la hegemonía del dólar
En una iniciativa histórica, los países BRICS – Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica – lanzan BRICS Pay y desarrollan una moneda digital común, con la clara ambición de reducir la dependencia del dólar estadounidense en los intercambios internacionales. Esta evolución estratégica, presentada en el último Foro Empresarial, marca un posible punto de inflexión en la arquitectura financiera mundial, con el objetivo de disminuir la dependencia del sistema SWIFT y facilitar los intercambios directos entre las economías miembros.
BRICS Pay: Una infraestructura de pago de próxima generación
BRICS Pay representa mucho más que un simple sistema de pago. Esta plataforma innovadora, desarrollada en tecnología blockchain, ofrece una infraestructura completa para las transacciones sin efectivo, diseñada para optimizar los intercambios comerciales y fortalecer la soberanía financiera de los países miembros. La arquitectura blockchain subyacente garantiza no solo la seguridad y la transparencia de cada transacción, sino que también permite la interoperabilidad entre las diversas monedas nacionales, facilitando así pagos transfronterizos directos y eficientes.
El sistema integra tecnologías de pago modernas como los códigos QR y asegura la compatibilidad con las redes internacionales como Visa, Mastercard y WeChat Pay. Este enfoque inclusivo permite adaptar la experiencia del usuario a las especificidades económicas y tecnológicas de cada país miembro, manteniendo al mismo tiempo una infraestructura común.
Hacia un equilibrio financiero mundial más equitativo
BRICS Pay se inscribe en una visión más amplia destinada a reequilibrar las relaciones económicas internacionales. Como explica Diego Gutiérrez Zaldívar, pionero en el ámbito de la blockchain: « Estamos asistiendo a una competencia de poder entre Estados-nación, criptomonedas y empresas ». Esta nueva infraestructura no tiene como objetivo reemplazar las monedas nacionales existentes, sino más bien crear una red de transacciones independiente de las presiones externas, un enfoque innovador capaz de transformar las dinámicas financieras globales.
Los datos actuales muestran que el dólar representa aún alrededor del 58 al 60% de las reservas mundiales, pero las iniciativas de los BRICS podrían diversificar gradualmente esta concentración. El comercio intra-BRICS, cuando se realiza en monedas locales, ya contribuye a esta tendencia de diversificación gradual.
Unite: La moneda digital de los BRICS en desarrollo
La introducción de una moneda digital común, provisionalmente llamada Unite y respaldada por activos tangibles como el oro, representa una alternativa potencial al dólar estadounidense en ciertos contextos de intercambio. Las motivaciones de los miembros de BRICS son múltiples: reducción de la exposición a sanciones internacionales, mitigación de la volatilidad relacionada con el dólar y fortalecimiento de la autonomía financiera del bloque.
Según los documentos oficiales de las recientes cumbres de los BRICS, las discusiones sobre esta moneda común se han intensificado desde 2024, pero aún no se ha finalizado su implementación final. La cumbre de 2025 reafirmó el interés de los miembros en el proyecto, y Indonesia se unió al grupo como miembro de pleno derecho ese mismo año.
Implicaciones para el ecosistema de activos digitales
Para los participantes del mercado de criptomonedas y los usuarios de las principales plataformas de intercambio, la aparición de una moneda digital BRICS representa una evolución significativa del panorama financiero mundial. Al ofrecer una infraestructura resistente a las presiones geopolíticas, BRICS Pay podría ampliar la adopción de tecnologías financieras descentralizadas y atraer nuevos actores a la economía digital.
Los sectores de la energía y la agricultura podrían verse particularmente impactados. Empresas como Rosneft y Petrobras se beneficiarían de un volumen creciente de intercambios energéticos liquidados en monedas locales, reduciendo su exposición a la volatilidad del dólar y a las sanciones estadounidenses. Los gigantes agrícolas que operan en Brasil también podrían aprovechar los intercambios comerciales en divisas locales con importadores importantes como China.
Además, las empresas de consultoría informática y los desarrolladores de blockchain como Tata Consultancy Services e Infosys podrían obtener importantes contratos para ayudar a las naciones BRICS a construir y mantener estas nuevas infraestructuras financieras, apoyando sistemas como BRICS Pay.
Un nuevo orden financiero multipolar en formación
Esta evolución estratégica redefine progresivamente el papel de las monedas locales y de las tecnologías financieras descentralizadas en un contexto global en transformación. Los países BRICS buscan construir un sistema financiero más inclusivo, diversificado y equitativo, adaptado a los desafíos del siglo XXI.
A corto plazo, es poco probable que estas iniciativas destronen completamente al dólar, pero podrían acelerar la transición hacia un sistema financiero internacional multipolar, donde coexistirían varias monedas importantes, incluyendo el dólar estadounidense, el renminbi chino, el euro y potencialmente una moneda común BRICS. Esta diversificación de los instrumentos financieros podría contribuir a una mayor estabilidad del sistema económico mundial, al tiempo que abre nuevas perspectivas para los activos digitales y las tecnologías financieras emergentes.