La muerte horrorosa de Fernando Pérez Algaba: cuando el brillo esconde la ruina

Me cuesta creer lo que pasó con este tipo. Fernando, un influencer cripto de 41 años, apareció descuartizado en una maleta en Buenos Aires. ¡Qué forma tan horrible de morir!

Yo seguía sus publicaciones ocasionalmente y siempre me parecía que vivía como un rey. Coches de lujo, viajes, fiestas... pero la realidad era muy distinta. Detrás de esa fachada de éxito en redes sociales se escondía un hombre ahogado en deudas.

Sus inversiones en criptos fueron un desastre. Metió dinero en proyectos arriesgados cuando el mercado estaba en caída y todo se fue a la mierda. Pero en vez de aceptarlo, siguió fingiendo ser millonario mientras pedía préstamos por todas partes.

Lo más estúpido que hizo fue endeudarse con los Barra Bravas, esos grupos violentos de hinchas de fútbol en Argentina. ¿A quién se le ocurre? Es como pedirle dinero al diablo. No sé qué esperaba.

Una semana antes de encontrar su cuerpo descuartizado, recibió amenazas brutales. Me pone los pelos de punta pensarlo. Sus últimas palabras en redes fueron algo como "Es increíble cómo hay gente tan malvada que mientras piensas en ayudarles, ellos piensan en destruirte".

Su historia me hace reflexionar sobre cuántos influencers están viviendo el mismo engaño. Fotos en yates, relojes caros, mansiones... ¿cuántos estarán realmente al borde de la ruina?

Fernando construyó un castillo de naipes que se derrumbó de la peor manera. Mintió a todos, se metió con gente peligrosa y acabó pagando el precio más alto.

Esta historia me da escalofríos. La próxima vez que vea a alguien presumiendo de lujos en Instagram, me preguntaré si detrás hay otra historia de deudas, mentiras y desesperación.