Decidí sumergirme en el mundo de la programación de criptomonedas, y debo confesar que esto no es para cobardes. La primera vez que intenté entender la tecnología blockchain, mi cerebro casi explota. ¿Quién diría que detrás de esas moneditas digitales hay tanta complejidad?
Para empezar, tuve que definir qué demonios quería crear. ¿Una moneda para pagos? ¿Contratos inteligentes? La verdad es que solo quería impresionar a mis amigos, pero obviamente no podía decir eso en mi whitepaper.
Elegir una plataforma fue otro dolor de cabeza. Podría haber construido mi propia blockchain, pero eso sería como intentar construir un cohete espacial cuando apenas sé montar en bicicleta. Así que opté por usar una plataforma existente. Las grandes plataformas tienen sus ventajas, aunque odio depender de gigantes centralizados que controlan todo.
El lenguaje de programación me hizo sudar. Solidity parecía la opción obvia para contratos inteligentes, pero aprender su sintaxis fue como intentar leer jeroglíficos egipcios sin traductor. C++ también es una opción pero, seamos sinceros, es para masoquistas.
Lo más complicado fue implementar el consenso y la estructura de datos. La teoría es bonita en los libros, pero cuando intentas programarlo... ¡menuda pesadilla! Los errores más simples pueden costarte millones si no tienes cuidado.
Los smart contracts son otro nivel de tortura. Un pequeño error y ¡boom! tu dinero desaparece en el ciberespacio. He visto proyectos perder fortunas por un simple punto y coma mal puesto.
La seguridad me mantuvo despierto por las noches. Los hackers están constantemente buscando vulnerabilidades, y me aterraba la idea de que mi creación fuera el próximo gran hack en los titulares.
El testnet fue humillante. Creía que todo funcionaba perfectamente hasta que los errores comenzaron a aparecer como cucarachas después de encender la luz.
Si te soy sincero, todo este proceso es absurdamente complejo y consume recursos de manera brutal. La mayoría de las personas que hablan de crear criptomonedas no tienen idea de lo que implica realmente.
Y ojo con las regulaciones... los gobiernos están cada vez más atentos a estos proyectos. Un día eres un desarrollador y al siguiente podrías ser considerado un criminal financiero.
#crypto $BTC $BNB
¡Manos a la obra si te atreves, pero no digas que no te advertí!
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Programando una criptodivisa: mi viaje personal
Decidí sumergirme en el mundo de la programación de criptomonedas, y debo confesar que esto no es para cobardes. La primera vez que intenté entender la tecnología blockchain, mi cerebro casi explota. ¿Quién diría que detrás de esas moneditas digitales hay tanta complejidad?
Para empezar, tuve que definir qué demonios quería crear. ¿Una moneda para pagos? ¿Contratos inteligentes? La verdad es que solo quería impresionar a mis amigos, pero obviamente no podía decir eso en mi whitepaper.
Elegir una plataforma fue otro dolor de cabeza. Podría haber construido mi propia blockchain, pero eso sería como intentar construir un cohete espacial cuando apenas sé montar en bicicleta. Así que opté por usar una plataforma existente. Las grandes plataformas tienen sus ventajas, aunque odio depender de gigantes centralizados que controlan todo.
El lenguaje de programación me hizo sudar. Solidity parecía la opción obvia para contratos inteligentes, pero aprender su sintaxis fue como intentar leer jeroglíficos egipcios sin traductor. C++ también es una opción pero, seamos sinceros, es para masoquistas.
Lo más complicado fue implementar el consenso y la estructura de datos. La teoría es bonita en los libros, pero cuando intentas programarlo... ¡menuda pesadilla! Los errores más simples pueden costarte millones si no tienes cuidado.
Los smart contracts son otro nivel de tortura. Un pequeño error y ¡boom! tu dinero desaparece en el ciberespacio. He visto proyectos perder fortunas por un simple punto y coma mal puesto.
La seguridad me mantuvo despierto por las noches. Los hackers están constantemente buscando vulnerabilidades, y me aterraba la idea de que mi creación fuera el próximo gran hack en los titulares.
El testnet fue humillante. Creía que todo funcionaba perfectamente hasta que los errores comenzaron a aparecer como cucarachas después de encender la luz.
Si te soy sincero, todo este proceso es absurdamente complejo y consume recursos de manera brutal. La mayoría de las personas que hablan de crear criptomonedas no tienen idea de lo que implica realmente.
Y ojo con las regulaciones... los gobiernos están cada vez más atentos a estos proyectos. Un día eres un desarrollador y al siguiente podrías ser considerado un criminal financiero.
#crypto $BTC $BNB
¡Manos a la obra si te atreves, pero no digas que no te advertí!