Los ETF (Exchange Traded Funds) son fondos negociados en plataformas bursátiles que representan una canasta de activos siguiendo la tendencia de un mercado específico. Funcionan como una colección de valores seleccionados en base a un índice de referencia, similar al S&P 500, que registra el movimiento de acciones de 500 empresas destacadas.
Un aspecto fundamental de los ETF es que el inversor no posee directamente los activos subyacentes, sino un certificado que acredita la propiedad del fondo. El ejemplo más reconocido globalmente es el SPY ETF, el mayor fondo cotizado del mundo que replica el comportamiento del índice S&P 500.
En el caso específico de un ETF de Bitcoin, este instrumento permite invertir en la criptomoneda de forma indirecta. Al adquirir participaciones, el inversor obtiene exposición al precio de Bitcoin sin necesidad de poseerlo directamente. La rentabilidad resulta equiparable a la inversión directa, ya que el ETF refleja fielmente las fluctuaciones del precio de Bitcoin: cuando la criptomoneda sube, el valor del ETF aumenta proporcionalmente, y viceversa.
Esta modalidad de inversión elimina varias preocupaciones asociadas con la tenencia directa de criptomonedas: no hay riesgo de robo de activos digitales, no requiere gestionar soluciones de almacenamiento seguro y simplifica significativamente el proceso de inversión.
ETP: Productos Negociados en Bolsa
Los ETP (Exchange Traded Products) son productos de inversión abiertos que cotizan en plataformas de negociación. Estos instrumentos tienen precios derivados de activos subyacentes y se negocian y liquidan diariamente en mercados nacionales, de manera similar a las acciones. Jurídicamente, están clasificados como títulos de deuda estructurada senior y su valor está vinculado a otros valores, materias primas o índices de referencia.
Los ETP constituyen inversiones de gestión pasiva diseñadas para replicar el comportamiento de un mercado específico mediante el seguimiento de un índice subyacente de referencia. Estadísticamente, sus rendimientos suelen superar a los productos de inversión activa en la mayoría de los periodos.
La bolsa suiza SIX define los ETP como títulos de deuda al portador con garantía que no generan intereses y pueden replicar un activo subyacente (generalmente derivado de materias primas) de forma directa o apalancada. Aunque se negocian diariamente entre múltiples creadores de mercado como los ETF, desde una perspectiva jurídica no se clasifican como fondos de inversión.
Un ejemplo ilustrativo es el primer ETP multicriptomoneda global lanzado por la bolsa suiza en noviembre de 2018. El Amun ETP se fundamenta en el índice Amun Crypto Basket Index, que monitoriza el rendimiento de las cinco principales criptomonedas según capitalización de mercado y liquidez. En su lanzamiento, el índice estaba compuesto por: BTC (49,7%), XRP (25,4%), ETH (16,7%), LTC (3%) y BCH (5,2%).
Un portavoz del regulador financiero suizo Finma destacó la importancia de diferenciar entre ETP y ETF, ya que los primeros no están sujetos a la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva (Cisa). Conceptualmente, los ETP de Amun presentan similitudes con los ETF en cuanto permiten a inversores institucionales y minoristas acreditados invertir en activos digitales sin necesidad de custodia directa y evitando obstáculos regulatorios.
Sin embargo, existe una diferencia regulatoria significativa: para que la SEC estadounidense apruebe un ETF, las empresas solicitantes deben demostrar la estabilidad suficiente del mercado de futuros de criptomonedas, requisito que ha provocado numerosos rechazos a solicitudes de ETF de Bitcoin. Para los ETP no existe tal exigencia, lo que explica por qué productos como el Bitcoin Investment Trust de Grayscale Investment ya operan en Estados Unidos bajo esta categoría.
Diferencias Clave y Consideraciones de Mercado
La distinción fundamental entre ETF y ETP radica en su naturaleza jurídica: mientras los ETF son fondos de inversión, los ETP constituyen instrumentos de deuda. Esta diferencia determina el marco regulatorio aplicable, siendo los ETF objeto de una supervisión más estricta en la mayoría de jurisdicciones.
Ambos instrumentos representan alternativas de inversión que proporcionan exposición al mercado de criptomonedas con ventajas significativas: reducen complejidades operativas, minimizan riesgos de custodia y ofrecen un marco regulado que resulta más accesible para inversores tradicionales e institucionales.
En el ecosistema actual de inversiones en criptoactivos, tanto ETF como ETP funcionan como puentes que facilitan la entrada de capital institucional al mercado, contribuyendo a la maduración y profesionalización del sector mientras mantienen diferentes características estructurales y requisitos regulatorios según la jurisdicción donde operen.
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ETPs y ETFs de Criptomonedas: Análisis Comparativo y Características de Inversión
ETF de Bitcoin: Fondos Cotizados en Bolsa
Los ETF (Exchange Traded Funds) son fondos negociados en plataformas bursátiles que representan una canasta de activos siguiendo la tendencia de un mercado específico. Funcionan como una colección de valores seleccionados en base a un índice de referencia, similar al S&P 500, que registra el movimiento de acciones de 500 empresas destacadas.
Un aspecto fundamental de los ETF es que el inversor no posee directamente los activos subyacentes, sino un certificado que acredita la propiedad del fondo. El ejemplo más reconocido globalmente es el SPY ETF, el mayor fondo cotizado del mundo que replica el comportamiento del índice S&P 500.
En el caso específico de un ETF de Bitcoin, este instrumento permite invertir en la criptomoneda de forma indirecta. Al adquirir participaciones, el inversor obtiene exposición al precio de Bitcoin sin necesidad de poseerlo directamente. La rentabilidad resulta equiparable a la inversión directa, ya que el ETF refleja fielmente las fluctuaciones del precio de Bitcoin: cuando la criptomoneda sube, el valor del ETF aumenta proporcionalmente, y viceversa.
Esta modalidad de inversión elimina varias preocupaciones asociadas con la tenencia directa de criptomonedas: no hay riesgo de robo de activos digitales, no requiere gestionar soluciones de almacenamiento seguro y simplifica significativamente el proceso de inversión.
ETP: Productos Negociados en Bolsa
Los ETP (Exchange Traded Products) son productos de inversión abiertos que cotizan en plataformas de negociación. Estos instrumentos tienen precios derivados de activos subyacentes y se negocian y liquidan diariamente en mercados nacionales, de manera similar a las acciones. Jurídicamente, están clasificados como títulos de deuda estructurada senior y su valor está vinculado a otros valores, materias primas o índices de referencia.
Los ETP constituyen inversiones de gestión pasiva diseñadas para replicar el comportamiento de un mercado específico mediante el seguimiento de un índice subyacente de referencia. Estadísticamente, sus rendimientos suelen superar a los productos de inversión activa en la mayoría de los periodos.
La bolsa suiza SIX define los ETP como títulos de deuda al portador con garantía que no generan intereses y pueden replicar un activo subyacente (generalmente derivado de materias primas) de forma directa o apalancada. Aunque se negocian diariamente entre múltiples creadores de mercado como los ETF, desde una perspectiva jurídica no se clasifican como fondos de inversión.
Un ejemplo ilustrativo es el primer ETP multicriptomoneda global lanzado por la bolsa suiza en noviembre de 2018. El Amun ETP se fundamenta en el índice Amun Crypto Basket Index, que monitoriza el rendimiento de las cinco principales criptomonedas según capitalización de mercado y liquidez. En su lanzamiento, el índice estaba compuesto por: BTC (49,7%), XRP (25,4%), ETH (16,7%), LTC (3%) y BCH (5,2%).
Un portavoz del regulador financiero suizo Finma destacó la importancia de diferenciar entre ETP y ETF, ya que los primeros no están sujetos a la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva (Cisa). Conceptualmente, los ETP de Amun presentan similitudes con los ETF en cuanto permiten a inversores institucionales y minoristas acreditados invertir en activos digitales sin necesidad de custodia directa y evitando obstáculos regulatorios.
Sin embargo, existe una diferencia regulatoria significativa: para que la SEC estadounidense apruebe un ETF, las empresas solicitantes deben demostrar la estabilidad suficiente del mercado de futuros de criptomonedas, requisito que ha provocado numerosos rechazos a solicitudes de ETF de Bitcoin. Para los ETP no existe tal exigencia, lo que explica por qué productos como el Bitcoin Investment Trust de Grayscale Investment ya operan en Estados Unidos bajo esta categoría.
Diferencias Clave y Consideraciones de Mercado
La distinción fundamental entre ETF y ETP radica en su naturaleza jurídica: mientras los ETF son fondos de inversión, los ETP constituyen instrumentos de deuda. Esta diferencia determina el marco regulatorio aplicable, siendo los ETF objeto de una supervisión más estricta en la mayoría de jurisdicciones.
Ambos instrumentos representan alternativas de inversión que proporcionan exposición al mercado de criptomonedas con ventajas significativas: reducen complejidades operativas, minimizan riesgos de custodia y ofrecen un marco regulado que resulta más accesible para inversores tradicionales e institucionales.
En el ecosistema actual de inversiones en criptoactivos, tanto ETF como ETP funcionan como puentes que facilitan la entrada de capital institucional al mercado, contribuyendo a la maduración y profesionalización del sector mientras mantienen diferentes características estructurales y requisitos regulatorios según la jurisdicción donde operen.