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Los aranceles son una carrera de velocidad, la austeridad es un maratón, ¿quién arruinará a los trabajadores primero?

La declaración de Powell da una advertencia al mercado: una política demasiado restrictiva perjudicará el mercado laboral. En otras palabras, la Reserva Federal podría estar haciendo ejercicio en exceso, llevando sus músculos al límite. Lo que más temen los trabajadores es que las empresas, al ver que los intereses de los préstamos son demasiado altos, detengan de inmediato las contrataciones y, de paso, saquen una lista de despidos.

En contraste con los aranceles, Powell se mostró indiferente: esta cosa es solo un impacto temporal en los precios, no presionará la economía a largo plazo. Es como quemarse la boca con café, duele un poco, pero no afectará tu capacidad para seguir trabajando horas extras. Después de los ajustes en la cadena de suministro, los precios naturalmente volverán a bajar.

La "calidez de los aranceles" a corto plazo y el "frío de la contracción" a largo plazo son como el día y la noche. Si los inversores solo se preocupan por el aumento de los precios en el supermercado, podrían no ver la trampa más grande: la reducción de oportunidades laborales y la disminución del poder adquisitivo, que son el núcleo que arrastra a la economía.

Una frase para resumir: los aranceles son una carrera de velocidad, la restricción de políticas es un maratón, quien logre ganar la guerra psicológica del mercado primero, será el verdadero punto de interés.