Después de una siesta, al mirar las diversas aplicaciones en mi teléfono, siempre siento que los datos se escapan como un embudo. Hoy, quiero hablar sobre cómo usar un protocolo para gestionar bien mi información privada.
Recientemente probé el protocolo @tenprotocol, que me permite cifrar y almacenar datos sensibles en la cadena. Por ejemplo, mis registros de salud o documentos de identificación, sin tener que exponer todo, solo compartiendo la parte necesaria. Antes, al solicitar una visa, siempre me preocupaba que mi información personal fuera mal utilizada, ahora solo necesito generar un comprobante y los demás solo ven las palabras "válido".
Este protocolo utiliza la tecnología TEE para asegurar que los datos también se cifren durante su procesamiento. Al registrarme en el hotel, escaneo un código QR para compartir la prueba de edad, y la otra parte no puede ver mi nombre completo ni mi dirección. Siento que finalmente tengo el control sobre la dirección del flujo de datos, en lugar de entregarlos pasivamente a otros.
Al usarlo, descubrí que no solo protege la privacidad, sino que también simplifica la vida. Las transferencias internacionales o las votaciones pueden hacerse de manera privada, sin dejar rastro. En el futuro, la identidad digital se llevará como una billetera, y mi vida será más autónoma. Esto me hizo darme cuenta de que la privacidad no es un lujo, sino una necesidad diaria. Pruébalo, descubrirás que el mundo se ha vuelto mucho más silencioso.
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Después de una siesta, al mirar las diversas aplicaciones en mi teléfono, siempre siento que los datos se escapan como un embudo. Hoy, quiero hablar sobre cómo usar un protocolo para gestionar bien mi información privada.
Recientemente probé el protocolo @tenprotocol, que me permite cifrar y almacenar datos sensibles en la cadena. Por ejemplo, mis registros de salud o documentos de identificación, sin tener que exponer todo, solo compartiendo la parte necesaria. Antes, al solicitar una visa, siempre me preocupaba que mi información personal fuera mal utilizada, ahora solo necesito generar un comprobante y los demás solo ven las palabras "válido".
Este protocolo utiliza la tecnología TEE para asegurar que los datos también se cifren durante su procesamiento. Al registrarme en el hotel, escaneo un código QR para compartir la prueba de edad, y la otra parte no puede ver mi nombre completo ni mi dirección. Siento que finalmente tengo el control sobre la dirección del flujo de datos, en lugar de entregarlos pasivamente a otros.
Al usarlo, descubrí que no solo protege la privacidad, sino que también simplifica la vida. Las transferencias internacionales o las votaciones pueden hacerse de manera privada, sin dejar rastro. En el futuro, la identidad digital se llevará como una billetera, y mi vida será más autónoma. Esto me hizo darme cuenta de que la privacidad no es un lujo, sino una necesidad diaria. Pruébalo, descubrirás que el mundo se ha vuelto mucho más silencioso.