
En 2025, el enfoque regulatorio de la SEC hacia los exchanges de criptomonedas evolucionó de manera significativa, pasando de acciones basadas en la aplicación de la ley a una elaboración normativa estructurada. La creación del SEC Crypto Task Force en el segundo trimestre de 2025 marcó esta transición clave, sustituyendo la aplicación agresiva previa por una metodología regulatoria orientada a fomentar la innovación y preservar los estándares de protección al inversor.
El presidente de la SEC, Paul Atkins, presentó "Project Crypto", un marco fundamentado en el análisis de contratos de inversión de Howey para la clasificación de tokens. Esta metodología distingue entre las diferentes categorías de activos digitales según la realidad económica, evitando decisiones arbitrarias. El marco aclara que la mayoría de los tokens negociados actualmente no son valores conforme a la legislación vigente, lo que aporta la claridad necesaria a los operadores de exchanges.
Los exchanges de criptomonedas deben ahora implementar estructuras de gobernanza robustas, evaluaciones de riesgos completas y protocolos de documentación detallados para ajustarse a los requisitos de cumplimiento en evolución. En mayo de 2025, la SEC retiró la orientación previa sobre custodia y publicó nuevas preguntas frecuentes aclaratorias, abordando categorías de activos específicas como los meme coins, lo que ha reducido la incertidumbre regulatoria para las plataformas de trading.
Simultáneamente, la CFTC ha ampliado su autoridad sobre los commodities digitales mediante iniciativas legislativas bipartidistas. La coordinación entre la SEC y la CFTC crea un entorno regulatorio unificado, exigiendo a los exchanges cumplir tanto con los marcos de valores como de commodities. Las empresas que gestionan plataformas de criptomonedas deben reforzar proactivamente su infraestructura de cumplimiento, asegurando la adhesión a la regulación de valores vigente y a las nuevas directrices sobre activos digitales, a medida que este marco regulatorio coordinado sigue desarrollándose.
La aplicación efectiva de Know Your Customer y Anti-Money Laundering requiere un enfoque estructurado y multinivel, combinando la verificación de identidad con mecanismos de monitoreo continuo. Todo comienza por el Programa de Identificación del Cliente (CIP), que establece los procedimientos básicos para verificar la identidad del cliente mediante documentos, datos biométricos y controles de debida diligencia. Las entidades financieras deben conservar información identificativa como nombres, fechas de nacimiento, direcciones y números de identificación según las exigencias regulatorias.
La Debida Diligencia del Cliente (CDD) constituye el segundo componente esencial, obligando a las instituciones a evaluar perfiles de riesgo individuales y comprender los patrones de transacción. La Debida Diligencia Ampliada (EDD) se aplica a clientes de alto riesgo e incluye verificación del origen de fondos, análisis de wallets de criptomonedas y revisión de medios adversos. Los sistemas de monitoreo continuo permiten a las instituciones detectar patrones sospechosos y señalar anomalías que requieren investigación.
Los marcos contemporáneos de cumplimiento integran capacidades de verificación automatizada con supervisión manual. Los procedimientos basados en riesgo determinan la intensidad de la verificación, facilitando una asignación eficiente de recursos y manteniendo los estándares regulatorios. El monitoreo de medios adversos, la verificación de listas de sanciones y la identificación de beneficiarios finales refuerzan el control general. Las organizaciones con programas KYC/AML sólidos demuestran competencia ante los reguladores y minimizan la exposición a delitos financieros, fraudes y sanciones regulatorias asociadas al incumplimiento.
Las plataformas cripto operan bajo regulaciones cada vez más estrictas, donde la transparencia y el monitoreo continuo son requisitos esenciales. Las auditorías Proof-of-Reserves (PoR) constituyen el principal mecanismo de transparencia, permitiendo a terceros independientes verificar que los exchanges mantienen suficientes activos digitales para cubrir sus obligaciones con los usuarios. Estas auditorías utilizan la verificación en blockchain a alturas de bloque concretas y emplean Merkle Trees para confirmar la exactitud e integridad de los saldos de responsabilidad.
Los marcos regulatorios de las principales jurisdicciones exigen requisitos de monitoreo específicos. El reglamento MiCA de la UE obliga a los proveedores de servicios de criptoactivos a mantener un capital mínimo permanente de entre 50 000 € y 150 000 €, implementar vigilancia en tiempo real y conservar registros completos. La MAS de Singapur exige a los proveedores de tokens digitales monitorizar de forma continua la relación comercial con sus clientes, realizar auditorías anuales y cumplir estrictos estándares anti-blanqueo de capitales desde el 30 de junio de 2025. El marco de la FCA británica enfatiza la normativa financiera existente, incluida la conformidad AML y la resiliencia operativa, anticipando nuevos requisitos de licenciamiento para 2026.
Las obligaciones de FinCEN en EE. UU. bajo la Bank Secrecy Act requieren que las plataformas cripto monitoricen actividades sospechosas y reporten transacciones ilícitas de manera continua. Estos sistemas de monitoreo multinivel, en combinación con las auditorías PoR, crean marcos de transparencia integrales. Persisten desafíos, como la falta de estándares universales de PoR y el riesgo de que los exchanges tomen prestados activos para inflar temporalmente sus reservas durante auditorías, lo que subraya la necesidad de metodologías de verificación en evolución en el sector cripto.
Las acciones de la SEC, el DOJ y autoridades internacionales han transformado profundamente la operativa de los exchanges de criptomonedas. La atención de la SEC en las ofertas de valores no registradas y la manipulación de mercado ha obligado a los exchanges a renovar sus marcos de cumplimiento KYC y AML. A raíz de estas acciones, las principales plataformas han incorporado sistemas de monitoreo en tiempo real y controles internos más rigurosos para prevenir infracciones de valores.
Estos cambios operativos afectan áreas fundamentales. Los procedimientos de custodia se han reforzado para garantizar la segregación de activos y el cumplimiento normativo. Los procesos de listado ahora requieren evaluaciones exhaustivas de seguridad antes de incluir nuevos tokens en los pares de trading. Los protocolos de vigilancia de mercado se han modernizado para detectar esquemas de pump-and-dump y patrones de negociación sospechosos con mayor eficacia. Los informes a los organismos reguladores son más frecuentes y detallados, y numerosos exchanges ya proporcionan datos transaccionales en tiempo real a las autoridades.
El sector ha respondido de forma colaborativa mediante iniciativas como Beacon Network, respaldada por VASPs que representan más del 75 % del volumen cripto global y más de 60 agencias de cumplimiento en 15 países. Esta plataforma de intercambio de información supone un cambio operativo importante hacia la transparencia y el monitoreo en tiempo real. Los exchanges que demuestran un cumplimiento regulatorio sólido obtienen ventajas competitivas mediante alianzas con inversores institucionales y entidades financieras tradicionales, lo que confirma que la resiliencia operativa está directamente vinculada a la viabilidad empresarial en el mercado cripto cada vez más reglamentado.











